Para
realizar esta clase la profe nos había mandado un e-mail para que el curso se
dividirse en 3 y que el primer grupo tendría que llevar diario, mucho mucho
diario, casi en cantidades industriales. El curso lo dividimos de acuerdo a
como estábamos divididos en matemáticas, ya que también está dividido en 3
grupos y así no nos confundiríamos y sabríamos con quienes nos tocaría. Ese día
hacia mucho frio, y la sala estaba calientita ya que habían prendido la estufa.
El grupo que le tocaba llevar el diario, debían forman un circulo al medio de
la sala, dejar el diario al centro del circulo y la cinta adhesiva que le
habían entregado los profesores. La idea era pensar en alguna persona o
personaje importante que ha influido de manera significativa en las vidas de
cada uno de ellos y a raíz de éste realizar un objeto que lo representara. Al
decir esto sabía que era una de esas clases en la cual cuentas experiencias
personales y todos terminaríamos llorando, había hecho una actividad parecida
en el liceo con mi curso del momento en la enseñanza media. Cuando comenzaron
y se pusieron manos a la obra, a muchos se les veía confusos, armaban,
luego desarmaban, pensaban detenidos, quizás complicados por la persona que
escogerían, probablemente más de alguna habría influido en ellos y en sus
vidas, en lo personal me habría costado decidir por alguien. Todos, muy
concentrados en su manualidad, realizaban distintos objetos, algunos más
grandes que otros, otros muy detallados, que iban poco a poco tomando forma.
Una vez que todos estaban listos, se pusieron de pie tomando en sus manos su
objeto y comenzamos todos a sacarle fotos posando con sus obras de arte,
en particular me gustaron mucho unos tres, unos palillos de tejer, unos lentes
enormes y un hombre bajo un árbol en posición de meditación. Cada uno de los del grupo tendría que explicar y exponer
frente al curso lo que significaba su objeto realizado y a quien estaba
representando. Se fueron contando historias, historias diversas que a medida
que se narran se van tejiendo poco a poco, algunas eras chistosas y
entretenidas, otras un poco más conmovedoras y te dejaban una sensación extraña
o quizás a muchos ese nudo en la garganta que se quiere desatar, en otras te
encontrabas con un matiz de ambas sensaciones, era toda una mezcla entre
alegría, emoción y tristeza. Te das cuenta como cada uno tiene una historia que
contar y como han pasado por situación que jamás te imaginarias con tan solo
compartir de manera cotidiana en la universidad, y no son historias que se
contarían en una conversación común y corriendo de algún almuerzo o
conversación de pasillo, descubres un poco de la identidad que representa y
posee cada uno en estas actividades, pero en lo personal considero que con un
curso el cual conoces hace pocos meses no siempre el objetivo se cumple y la
actividad parece un forzada y poco espontánea.
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